En el idioma local, Slon significa elefante. No se me ocurría por qué le habían puesto ese nombre a un pueblo de montaña, donde seguramente jamás había habido un animal como ese, que además suele habitar climas más cálidos. Al mismo tiempo me resultaba curiosa tanta obsesión por los elefantes. La Tasca del Elefante, la Herrería del Elefante, la bandera que ondea en el ayuntamiento, la pequeña escultura de la fuente, el escudo de armas en el castillo del Hidalgo, las estatuillas en los jardines del pueblo, todo representaba o nombraba a ese animal. Incluso escuché hablar de un culto clandestino al Dios Elefante.
Al principio tuve curiosidad y pregunté sobre el origen de esa preferencia zoológica, pero nadie supo responderme. Luego me percaté que no preguntaba a las personas adecuadas. Stylus, Arkad y otros compañeros de taberna eran todos inmigrantes que desconocían la historia del lugar que habían elegido para vivir. Un día se me ocurrió preguntarle al Alcalde. Me contó una historia curiosa.
El pueblo había sido fundado hacía 200 años por un antepasado de Higg, actual Señor de Slon. Al parecer había sido expulsado de sus tierras después de una batalla y huía con los servidores que le quedaban. Entre los animales de tiro que había logrado salvar del desastre, había un elefante.
El Higg antepasado era un personaje algo bestia. En su huida hizo subir a su séquito, elefante incluido, a través de retorcidos caminos de montaña, difíciles de transitar hoy en día, aún para una mula. Nadie sabe cómo lo logró, el caso es que cuando llegó al sitio donde hoy se levanta su castillo, en lo que hoy es Slon, no pudo seguir adelante. El elefante se negó a continuar y no había forma de volver atrás. Así que Higg decidió levantar ahí su campamento. Construyó una especie de caserón fortificado, que los lugareños suelen llamar “castillo” y fundó el pueblo. La gente comenzó a llamarlo “El Pueblo Donde Se Detuvo El Elefante”. Con el tiempo, el nombre fue acortándose, hasta que terminó llamándose Slon a secas.
Un tiempo después el elefante murió, seguramente de frío o de aburrimiento. Hay pocas distracciones para un elefante en estas montañas. Pero la gente ya se había establecido en el lugar y lo inaccesible del sitio alejaba el temor de ataques de los enemigos de Higg.
Dicen que la cabeza disecada del elefante adorna el salón principal del castillo del Higg actual y es considerado el símbolo de su poder.
Al principio tuve curiosidad y pregunté sobre el origen de esa preferencia zoológica, pero nadie supo responderme. Luego me percaté que no preguntaba a las personas adecuadas. Stylus, Arkad y otros compañeros de taberna eran todos inmigrantes que desconocían la historia del lugar que habían elegido para vivir. Un día se me ocurrió preguntarle al Alcalde. Me contó una historia curiosa.
El pueblo había sido fundado hacía 200 años por un antepasado de Higg, actual Señor de Slon. Al parecer había sido expulsado de sus tierras después de una batalla y huía con los servidores que le quedaban. Entre los animales de tiro que había logrado salvar del desastre, había un elefante.
El Higg antepasado era un personaje algo bestia. En su huida hizo subir a su séquito, elefante incluido, a través de retorcidos caminos de montaña, difíciles de transitar hoy en día, aún para una mula. Nadie sabe cómo lo logró, el caso es que cuando llegó al sitio donde hoy se levanta su castillo, en lo que hoy es Slon, no pudo seguir adelante. El elefante se negó a continuar y no había forma de volver atrás. Así que Higg decidió levantar ahí su campamento. Construyó una especie de caserón fortificado, que los lugareños suelen llamar “castillo” y fundó el pueblo. La gente comenzó a llamarlo “El Pueblo Donde Se Detuvo El Elefante”. Con el tiempo, el nombre fue acortándose, hasta que terminó llamándose Slon a secas.
Un tiempo después el elefante murió, seguramente de frío o de aburrimiento. Hay pocas distracciones para un elefante en estas montañas. Pero la gente ya se había establecido en el lugar y lo inaccesible del sitio alejaba el temor de ataques de los enemigos de Higg.
Dicen que la cabeza disecada del elefante adorna el salón principal del castillo del Higg actual y es considerado el símbolo de su poder.